Marcos 14:36

 «¡Abba, Padre! Para Ti todas las cosas son posibles; aparta de Mí esta copa, pero no sea lo que Yo quiero, sino lo que Tú quieras».

Cuando Jesús dijo estas palabras Él se encontraba a solo horas de ir a la cruz para dar Su vida en rescate de todo aquel que se iba a someter a Él como Señor y Salvador, aun hoy, aun en este año difícil del 2020. En el jardín de Getsemaní Jesús no estaba luchando con hacer la voluntad de Dios, si no que luchaba con el hecho que ¡tendría que tornarse pecado por nosotros! El que no conoció pecado, que nunca pensó pecaminosamente, que nunca dijo una sola palabra falsa o corrupta, que nunca guardo en su corazón deseos pecaminosos como tu y yo, ¡El iba a ser maldecido de acuerdo con la ley de Dios al ser colgado en una cruz y beber la copa de la ira del Padre que tu y yo merecemos!

Gálatas 3:13

¹³ Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: «Maldito todo el que cuelga de un madero»

2 Corintios 5:21 

²¹ Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.

La copa que Cristo iba a beber simboliza la copa de la ira de Dios por el pecado

Jeremías 25:15-16; Isaías 51:17, 22; Lamentaciones 4:21; Ezequiel 23:28-34; Habacuc 2:16

Jesús ora a Su Padre reconociendo Su soberanía y poder para cambiar la situación “para Ti todas las cosas son posibles”, pero al mismo tiempo sometiendo todo Su Santo ser al plan de Su Padre “pero no sea lo que Yo quiero”.

El plan y los decretos son de nuestro Dios que es sobre todas las cosas. Y Su Plan por Su Pueblo es siempre es para nuestro bien.

¡Jesús oraba mucho porque dependía mucho del poder del Espíritu Santo que moraba El! Oraba de día y noche como nos revelan los evangelios. Las oraciones de Jesús y su fervencia en ella son modelos para cada uno de sus hijos. El siempre esta deseoso a someterse a la voluntad de Su Padre “no sea lo que Yo quiero sino lo que Tu quieras”. Igual como Jesús, cuando tú y yo oramos, el nos llama a que lo hagamos con fe y no dudando.

Marcos 11:24

²⁴ Por eso les digo que todas las cosas por las que oren y pidan, crean que ya las han recibido, y les serán concedidas.

Con fe, creyendo en Su Soberanía y poder, que El puede hacer todas las cosas. No creyendo que cualquier cosa que tu le pidas lo vas a tener simplemente porque tu lo deseas y lo pidas. No, porque entonces cuando Jesús oro en el jardín de Getsemaní, ¡el Padre hubiera prevenido que Cristo tomara de la copa, no ir a la cruz, y entonces estamos todos perdidos y Su plan no se cumple! Orar con fe siempre este atado al ejemplo de sumisión de Cristo a la voluntad del Padre, y Sus discípulos siguen Su ejemplo en oración.

No dudando no significa que tu le vas a decir a Dios lo que tu quieres que El haga, es decir, no vas a orar diciendo “Yo declaro que tu te vas a sanar” o “Yo decreto que tu vas a salir de esta situación” o “Yo declaro que voy a tener este trabajo” etc… Eso seria hablar como curandero o espiritista que se creen tener poder en si mismo para declarar o decretar las cosas.

Nuestras oraciones y nuestra fe descansan en el carácter y Omnipotencia de Dios y no en nuestras palabras o deseos o fuerzas o fe.

Entonces, tú y yo amado hermano y hermana, podemos orar con fe y no dudando simplemente recordando cuando oras que nuestro Dios es Todopoderoso y bueno. El promete que todas las cosas obran para tu bien si estas en Cristo (Romanos 8:28). ¡Ese es Su decreto y declaración! Y entonces vas a orar sin dudar, y también vas a orar sin pretensión de tus fuerzas o de tu fe, si no humildemente y sometiéndote a la voluntad de Dios, tal como lo hizo nuestro Salvador amado Jesucristo.